sábado, 9 de marzo de 2013

Recapitulando


De nuevo pisamos Mumbay, el lugar donde empezó nuestra aventura india. Volver al acogedor piso de Andheri East es como volver a casa. Un remanso de paz, un punto de apoyo y tranquilidad en medio de la vorágine de esta gran urbe. 

Evita voló a Barcelona y nos abandonó...

Evita: la punki gurú.
Nos quedamos sin su energía arrolladora, ella nos regaló la bella estela de su complicidad.

Ante todo, colegas. ¡Así da gusto trabajar!
Volará a las Américas, concretamente a Nueva York, donde tiene proyectos personales. La echaremos de menos porque de alguna manera ella estará siempre con nosotros, y nosotros con ella. Un beso Evita, que te vaya de maravilla, no olvides que eres parte sustancial del proyecto.

Un descanso en el camino.
Así que aquí nos tenéis de nuevo, Kiko y David, o David y Kiko.

Es hora de recapitular. Tenemos mucho trabajo de campo hecho. Las cosas bastante claras. Casting, localizaciones, equipo configurado, presupuesto aproximado… Ahora solo falta el empujoncito final…  Lo tenemos todo resuelto, excepto la financiación.

"Sab Kuch Milega": Todo es (y será) posible.
Y allí es donde viene a colación hablar de las últimas novedades. “Indian Way” ha sido seleccionado para participar en EURINDIAMEDIA, un foro de coproducción Europa-India que se celebra en Mumbay y que reúne a productores e inversores de todo el mundo. Una oportunidad de oro para vender el proyecto.

Así anuncian las películas indias; "Indian Way" lucirá también de esta manera.
Aquí estamos currando. Ultimando dossiers, preparando reuniones, diseñando estrategias de marketing, etc… Es una tarea ardua y farragosa, pero si no lo hacemos nosotros mismos nadie lo hará, así que ponemos toda nuestra energía en ello.

Kiko inspirado, ensaya el "piching".
El director demente defendiendo su idea... David en alza.

Somos el dueto cómico.
Siendo realistas, sabemos que una vez termine el foro de Mumbay poca cosa tendremos que pinchar en India mientras no tengamos la financiación cubierta. Sí, tarde o temprano, y será más bien temprano, tendremos que volver.
Lo que nos fascina de la India. Un cartel luminoso sin cartel: una obra de arte.
Volver no significa rendirse. Es solo una parada en el camino. Una manera de reunir fuerzas, de invocar a los dioses, de conjurarnos contra el destino. Conseguiremos el dinero y volveremos para rodar.
A ver si alguno de los 2000 dioses hindús nos echa una mano.
Algo ha cambiado en nosotros durante estos dos meses y pico. La ilusión, el temor y la impaciencia del principio han desaparecido para dar paso a la satisfacción del trabajo realizado, la tranquilidad de haber hecho todo lo imposible y la seguridad de que el proyecto va a llegar a buen puerto.

Escalera al cielo; llegaremos a la cima.
Y seguiremos bebiendo chais por el camino.
Somos más maduros, más indios, más aventureros, ya estamos curtidos por esta tierra, y nada podrá con nosotros. Hemos superado muchos escollos y nos quedan muchos por superar. No os quepa duda. “Indian Way” será una película. La singladura continúa. 

¡Nada podrá detenernos!
No podemos ser más sinceros. Os queremos.

Kiko y David, o David y Kiko.

jueves, 7 de marzo de 2013

Nuestros lugares de rodaje




En la carretera...

Queridos todos,

Aquí tenéis un link donde podreís ver el vídeo de las localizaciones seleccionadas para “Indian Way”. 

Han sido semanas de viaje –en coche, tren, moto, autobús- por las regiones de Tamil Nadu, Andhra Pradesh y Karnataka. Carreteras, pueblos, paisajes conforman este rico crisol que dará rostro y alma a nuestro film. Nos hemos encontrado con lugares mágicos, parajes idílicos, evocadores; otros son áridos, desasosegantes, anodinos, todos alucinantes. Cada localización seleccionada tiene un especial significado dramático y una razón de ser.
  
Aquí el vídeo. Que lo disfrutéis:

http://vimeo.com/60017254 

Muchas gracias por leernos (y vernos).


Evita, Kiko y David

domingo, 3 de marzo de 2013

Hampi destruida


Una película desea acercarse a la vida, los conflictos y dramas de los hombres a través de una historia determinada. La historia que os vamos a contar de Hampi es dura y sin concesiones, y nos ha hecho reflexionar amargamente sobre la injusticia y abuso al que se están viendo sometidas cientos de personas de esta pequeña localidad de India.

Dejamos atrás Tamil Nadú para adentrarnos en las tierras de Karnataka en búsqueda de las últimas localizaciones. Nuestro requerimiento era encontrar paisaje seco salpicado de montañas pedregosas, un lugar entre desasosegante y mágico para desarrollar las últimas secuencias de la película. Así arribamos a Hampi, una pequeña población declarada Patrimocio de la Humanidad por la Unesco en 1989.

Hampi, año 2012
Hampi ocupa un área de cerca de 26 kilómetros cuadrados en el valle del río Tungabhadra. Conocida también como la “Ciudad de la Victoria”, fue capital del Imperio Vijayanagara de 1336 a 1565. El centro cuenta con cerca de 350 templos y un complejo sagrado. En el entorno monumental existen también fortificaciones, un vasto y muy elaborado sistema de construcciones de irrigación, esculturas, pinturas, establos, palacios y jardines. 


Fotografía de un templo de Hampi de Alexander Greenlaw (1855-1856) y estado actual.

Hampi y su ghat frente al río Tungabhadra.

Ruinas y templos reflejan el paso de una gran cultura.
Y el entorno natural es increíble.
El renacimiento de Hampi comenzó alrededor de 1960 cuando los viajeros extranjeros descubrieron el lugar. En los años posteriores, las tiendas y las casas sencillas de huéspedes se fueron multiplicando. Estas edificaciones suministraron nuevas instalaciones a peregrinos y turistas indios, animando la estancia en Hampi a un número cada vez mayor de visitantes.

Hasta hace casi 2 años el pueblo de Hampi era un lugar de turismo tranquilo, no masificado, con pequeñas “guest house”, tiendas y negocios de temporada, visita clave de viajeros enamorados de un evocador entorno histórico y un paisaje mágico extraordinario.

Pero Hampi resultaba para algunos un suculento pastel económicamente poco explotado. Sólo era cuestión de tiempo que aparecieran las hienas de siempre quienes, además, querían quedarse con todo. En el año 2004 el gobierno indio tomó cartas en el asunto, diseñó un master plan ajeno a la idiosincrasia del entorno y sus necesidades, para desarrollar un turismo de lujo e inversiones privadas exclusivas en la zona. Se declaró que las tiendas, viviendas y pequeños negocios existentes eran ilegales, constituían una amenaza para el patrimonio y que, por ello, debían ser eliminadas. Para llevar a cabo dicho plan, el gobierno ha expulsado ya a la mayoría de población actual de Hampi, y convertirá el lugar en un museo sin vida. Ninguna actividad comercial local será permitida, y no habrá la posibilidad de permanecer en Hampi, a excepción de un viaje turístico de un día.


Destrucción del bazar de Hampi, finales de 2011.
El ambiente populoso de la calle fue aniquilado de un soplo.
No fue para menos...
Actualmente unas 400 familias, en su mayoría humildes, ya han sido privadas de sus hogares y sus medios de subsistencia, siendo arrastradas a la pobreza inminente, sin compensación económica alguna ni otro tipo de indemnización.
 
Tiendas y viviendas demolidas en Hampi, año 2013.
Hermanos que regentaban el "Garden Paradise",
hostal demolido el día de nuestra llegada.
Vivienda prefabricada en la que vive la familia del "Garden Paradise"
y que será próximamente destruida.
Aquí estaban las cabañas y restaurante del "Garden Paradise".
Varias mujeres conversan preocupadas pensando en su futuro.
De izda a derecha, Swati, Kutchy y Pradeep. Swati regenta un guesthouse
y una modesta agencia de viajes. La familia pronto tendrán que descolgar
esta foto de la pared y llevársela a un destino incierto.

Con la voluntad de argumentar la permanencia de la población local de Hampi, el profesor Nalini Thankur y su equipo del “Department of Architectural Conservation” de la Universidad de Delhi, redactaron el 23 de agosto de 2007 un Informe de Valoración sobre el Master Plan en el que se criticaba el proyecto del gobierno. Estos son algunos puntos de dicho informe:

  1. La naturaleza de los usos permitidos es completamente inapropiada para un entorno rural como en Hampi. En el master plan se incluyen usos absolutamente inadecuados, como clubes de golf, multicines, etc.
  2. Las actividades comerciales de las industrias tradicionales no se han reflejado en la lista de las industrias de servicios recomendados para Hampi.
  3. El master plan debería reconocer a los habitantes actuales como una entidad que aporta recursos culturales a la ciudad y a la región, y esto se ha obviado absolutamente.

En 2011 los periodistas norteamericanos John M Fritz y George Michell llegan a la misma conclusión que el profesor Nalini Thankur y su equipo respecto al master plan del gobierno indio y su impericia para comprender la interacción de la población y sus fiestas tradicionales en Hampi. El plan restringe y coarta una gran cantidad de rituales y celebraciones de las comunidades locales y permite, sin embargo, actividades comerciales de turismo completamente ajenas a este enclave sagrado, cuestión inaceptable en la gestión del patrimonio.


La bendición del elefante del templo.
El  30 de octubre del 2009 se celebró en el Atria Hotel de Bangalore una reunión con más de 25 técnicos y funcionarios bajo la presidencia de Sri KN Shrivastava, Director General del “Archaeological Survey of India”, para analizar, de nuevo, el master plan del gobierno indio. En uno de los puntos del acta de reunión se realiza un análisis histórico de la forma de ocupación e integración de la población autóctona en la arquitectura y entorno monumental de Hampi. El profesor Vasudevan explicó que el Bazar se había utilizado antaño tanto para uso comercial como doméstico, y concluye que el ambiente y encanto de Hampi en la actualidad no había hecho más que evocar la vida de la antigua ciudad de Vijayanagara. Por tanto, la permanencia de sus tiendas, restaurantes y casas de huéspedes habría sido coherente con los usos tradicionales.

A pesar de todas estas opiniones, informes y estudios de historiadores, técnicos y antropólogos que apoyaban la existencia y convivencia de la población autóctona local con el patrimonio histórico, el gobierno indio no modificó sus oscuros y previsibles planes.

Era de esperar...
Así, el 28 de julio de 2011 más de 160 familias sufrieron la destrucción de sus casas en el bazar principal, impotentes de proteger sus viviendas y lugares de trabajo, bajo la presión y supervisión de más de 500 policías.

Detenidos en el furgón policial.
Después de la decisión del Tribunal Superior de Bangalore a finales del 2011, se había previsto una nueva demolición para el 16 de enero de 2012. Dicha demolición afectó a 114 familias más, y ni siquiera la presión mediática local pudo paralizarla.


Turistas documentando el amargo evento.
El amargo evento.

Cada cual a lo suyo.
El triste resultado.
Las demoliciones de viviendas, pequeños negocios y hostales, se han realizado sin previo aviso, sin seguir el mínimo procedimiento legal de notificación y sin considerar los derechos básicos de las personas desalojadas, presentándose las excavadoras en el lugar de la demolición muchas veces media hora antes.

Observar y callar.
El dolor del guiri de Hong Kong.
La impotencia de todos.
Habitantes, visitantes y comerciantes de Hampi lucharon durante año y medio para que esta expulsión no se hiciera efectiva. Uno de los primeros pasos fue comunicar dicha situación a la Unesco, reuniendo cientos de firmas. El propósito era solicitar que declarase Hampi como Área Mundial de Patrimonio Habitado (World Living Heritage Area), de modo que no fuese sólo un lugar arqueológico, sino un espacio donde se protejan los derechos de la población autóctona. Ni la Unesco ni las autoridades indias han escuchado hasta la fecha las demandas de la población de Hampi, ni es probable que lo hagan.


El chiringuito... a tomar por culo.
A mediados del 2012, un grupo de periodistas y turistas europeos presentó un documento explicando la situación a Amnistía Internacional, intentando encontrar su apoyo y una solución para evitar este desalojo injusto. Pero ninguna de las oficinas contactadas de Amnistía Internacional ha dado respuesta alguna.


El aspecto actual del main bazaar.
Hampi era uno de los pocos lugares en la India con un bazar histórico viviente, relacionado con un templo ceremonial y de peregrinaje. Es lamentable que las autoridades indias hayan expulsado a los habitantes locales, pero más lamentable es que la Unesco sea cómplice de esta injusticia y Amnistía Internacional haya ignorado completamente el asunto.

400 familias han sido privadas de todo por los intereses especulativos de unos pocos.
400 familias que sobrevivían humildemente, han sido despojadas de sus hogares y medios de subsistencia.

400 familias -hijos, madres, maridos y ancianos- tendrán que empezar de nuevo en otra parte.

Ante esta terrible situación, ¿qué queda?: la desesperanza, la rabia, la impotencia, el dolor…
O esperar un milagro…


El último habitante de Hampi.
Gracias por leernos.
Besos a todos,



Evita, Kiko y David