“Incredible India”, éste es el eslogan del gobierno indio para
promocionar la imagen turística del país. Nosotros nos topamos cada día con la
India increíble, aunque suponemos que no en el sentido estricto pretendido por
los creadores de la publicidad.
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La India que nos quieren vender. |
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La India que no vende. |
Lo ocurrido en Chennai es otro
claro ejemplo a sumar. Aquí todo es posible e imposible al mismo tiempo.
Chennai es una ciudad con más de
10.000 millones de almas en perpetua lucha, en constante agitación, con un
tráfico infernal, polución y podredumbre, malos olores y basura por doquier. Un
río putrefacto la atraviesa como una cloaca al aire libre en medio de un ritmo
trepidante y un crecimiento exponencial.
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Viviendas insalubres al lado del río putrefacto. |
Es una ciudad que hemos pateado
de cabo a rabo. Desde el populoso barrio de George Town hasta la espectacular
playa de la Marina, los dos únicos oasis encontrados en este enjambre de
asfalto.
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La concurrida playa de la Marina, un espectáculo que se repite cada día. |
De día trabajábamos hasta la
extenuación, los ordenadores echando humo, los móviles pegados a la oreja, en
busca de actores, representantes, escuelas de cine, de teatro… La meta era
organizar un casting en cinco días para dejar listos todos los papeles
secundarios de la película.
De noche caminábamos desde Egmore
Station, donde estaba ubicado nuestro hotel, hasta Triplicane o Mylapore con la
sana intención de llenar el estómago en un buen restaurante (si algo despierta
nuestro entusiasmo de la cultura India es su gastronomía, en esto no hay
fisuras ni discusiones que valgan).
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David, Eva y Kiko sastisfechos y risueños tras una suculenta comilona. |
En estos paseos nocturnos
solíamos callejear para evitar las grandes avenidas, y en más de una ocasión,
perdidos y desorientados, nos dábamos de bruces con la realidad social del
país. Slums, chozas, barracas, familias enteras durmiendo en la calle y
viviendo en condiciones infrahumanas.
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El agua, el bien preciado. |
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El espacio público es el hogar de muchos. |
Porque si Chennai tiene algo auténtico es
su dureza, su cruda realidad, no es una ciudad para turistas que dé concesiones
de cara a la galería.
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La basura forma parte del mobiliario urbano. |
En cuanto al trabajo, la cosa iba
de mal en peor, no había manera de avanzar. Reuniones frustradas, llamadas y
mails no respondidos, falsas promesas, gestiones infructuosas, malentendidos, etc…
Estábamos ya por tirar la toalla rindiéndonos a la evidencia de nuestro
fracaso: iba a ser imposible organizar un casting en Chennai careciendo, como
carecemos, de medios económicos.
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Evita buscando la luz. |
Pero una vez más el destino nos
tenía preparada una sorpresa. La ley de Murphy volvía a cumplirse en este
insólito país. Cuando estás seguro de algo, siempre pasa todo lo contrario.
Una escuela de interpretación se
puso en contacto con nosotros y concertamos una reunión. Nosotros asistimos
cargados de escepticismo ante lo que parecía iba a ser la enésima reunión
fallida, otra falta de empatía o de entendimiento. Sin embargo nos encontramos con
un grupo de gente encantadora, dispuesta a ayudarnos sin pedir nada a cambio y
que nos acogió con los brazos abiertos. “Incredible
India”. Sarita, la directora, se desvivió por encontrar los actores que
necesitábamos y nos presentó a un montón de gente maja. “Incredible India”. Habíamos conectado a nivel emocional con un
grupo de mentalidad abierta y comunicativo. “Incredible India”. Cuando ya se pierde toda esperanza este país
siempre te tiende una mano.
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Tuvimos muy buena onda con todos, como se ve en la foto... |
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... y más cuando Kiko se puso a tocar la guitarra y a cantar rumbas. |
Al final dejamos Chennai con buen
sabor de boca y nos fuimos a localizar por el sur de Andra Pradesh y Karnataka.
Pero volveremos, estamos obligados a volver. Esta gente nos ha proporcionado un
montón de contactos, nos han llegado perfiles de actores vía mail, otras
escuelas de teatro nos han mandado candidatos para los papeles. “Incredible India”. Volveremos a Chennai
para organizar un macrocasting, y con otra perspectiva más agradable.
En India todo va lento pero al
final las cosas se hacen… como nuestra película, como Indian Way… no dudéis de
ello.
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Encarando el futuro con optimismo. |
Un beso a todos los que nos
siguen.
Eva, David y Kiko desde la India
increíble.
Aqui dos fieles seguidoras del blog...disfrutando siempre con ustedes de esta experiencia. Aye se guarda celosamente cada fotografía, para crean su version de Indian Way en sueños. Saludos desde este lugar al que llaman Vilella, que hoy ha amanecido pintadito de blanco. besos a los tres
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ResponderEliminarME HE EMOCIONADO CON LO QUE CONTÁIS..
DA GUSTO EL EMPEÑO, ALEGRÍA E ILUSIÓN QUE PONÉIS EN CADA PASO QUE DAIS!!
EL FIN ES EL CAMINO!!!
LO HABÉIS CONSEGUIDO!!! UN ABRAZO MUYY FUERTE AMIGOS!!
esos castings... que rulen!!!
ResponderEliminarsalú 2
jalias